Los quesos aragoneses constituyen una auténtica delicia. Una tabla de quesos aragoneses estaría compuesta por una amplia variedad de leches que abarca desde los quesos de vaca del Pirineo a los de oveja y cabra de las comarcas desérticas del sur de la región. Y por una extensa gama de periodos de maduración ponen en común su esmerada elaboración artesanal
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Queso de Albarracín: es un delicioso queso de oveja producido en la pequeña localidad turolense de Albarracín. Su sabor es intenso como corresponde a periodos de maduración entre 4 y 16 meses.
Queso de Letux: procede de la zona de Belchite, muy cerca de Zaragoza. Se elabora con leche de cabra u oveja. Una variedad muy apreciada es el Queso de Letux “Quitapenas” Una mezcla que se elabora triturando diferentes quesos añejos a la cual se le añade un poco de orujo.
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Queso de Tronchón: es un queso de leche cruda, bien sea de oveja o de cabra, con un sabor intenso y una textura algo elástica gracias a la manteca que lo recubre. Lo mejor de este queso es el regusto que queda en boca. Procede del pueblo aragones del Tronchón ubicado en la región del Maestrazgo. Como curiosidad decir que se menciona en algún capítulo de El Quijote.