Si hay un producto gastronómico típico de Menorca conocido fuera de la isla ése es sin duda el Queso de Mahón. Nadie debería viajar a la isla sin probar esta delicia. Pero, ¿dónde comprar en mejor queso de Mahón? En cualquier supermercado de la isla podrás encontrarlo (en Mercadona por ejemplo) Pero si quieres comprar un auténtico queso artesanal lo mejor es acudir a alguno de los mercados tradicionales de la isla. Os recomendamos los mercados de Sant Lluis los miércoles, el mercado de Alaior los viernes y el Es Mercadal los domingos. En ellos disfrutarás probando los quesos que los payeses ponen a la venta.
Queso de Mahón. Comprar
En nuestra tienda online Quesos Gourmet podrás también encontrar el mejor queso de Mahón al mejor precio. Tenemos ofertas que harán que puedas comprar cualquiera de las variedades de este quesos de Menorca a un precio irrepetible.
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Si durante tu estancia en Menorca decides visitar alguna de las queserías en ellas también podrás comprar queso. En realidad muchas de ellas son centros de agroturismo donde además podrás aprender mucho sobre el método de elaboración del Queso Mahón. Algunas de las queserías más recomendables para visitar: Biniatzem, Binigarba, Binillubet, Cavalleria Nova, Coinga, Dalrit, La Payesa, Quintana, Sa Canova, Son Mercer de Baix, Subaiba y Torre den Quart.
Características del Queso Mahon
Origen: Al queso de Mahón se le conoce también con el nombre de queso menorquín. Su área de producción está delimitada al ámbito de la isla de Menorca tal y como establece desde el año 1995 la normativa de la D.O.P que ampara su proceso de producción. Lo reconocerás fácilmente porque tiene una forma cuadrada irregular con las esquinas redondeadas.
Leche: Tradicionalmente el Queso Mahón se ha venido elaborando con leche de vaca cruda a la cual, una vez cuajada, se le extrae el suero mediante un lienzo de algodón (fogasser) suspendido en el aire por los cuatro vértices. Verás que en su superficie aparecen grabados los pliegues del paño y del atado como seña irrefutable de su personalidad.
Maduración: Una de las claves de la calidad del Queso de Mahón se debe al trabajo de los afinadores. Quizás no conozcas esta palabra pero podemos asegurarte que estos hombres y mujeres son verdaderos expertos en el tratamiento del queso menorquín. Recogen los quesos jóvenes a los granjeros, los llevan a las bodegas subterráneas y allí los dejan madurar bajo su buen hacer durante un período que puede oscilar entre los dos meses y los dos años.
Color: Dependiendo del estado de maduración del Queso Mahón su color varía del blanco marfil hasta un amarillo fuerte.
Aroma: El Queso Mahón Semicurado te evocará aromas lácteos con cierta reminiscencia a mantequilla y a frutos secos tostados (avellanas) El Queso Mahon Curado tiene un aroma intenso y complejo con larga persistencia bucal. Rememora el olor a leña envejecida, a cuero curtido y a cueva de maduración.
Sabor: Se dice que es el viento de Tramontana es el responsable del sabor particular del queso de Mahón. Este, al soplar con fuerza, impregna los pastos de sal marina y el sodio pasa después a formar parte del sabor del queso otorgándole un sello de identidad inconfundible. El Queso Mahón Semicurado es suave, ligeramente salado y ácido. El Queso Mahón Curado intensifica el sabor salado y aparece un ligero picazón, perdiéndose el recuerdo de la leche.
Textura: El Queso Semicurado de Mahón es blando, de textura firme y con una notable elasticidad. Posee una corteza dorada que se oscurece con la edad. El Queso de Mahón Curado es más duro, más oscuro y en la pasta al endurecerse se van formando pequeños agujeros llamados “ojos” cuyo tamaño nunca supera el de un guisante.
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Maridaje: El Queso de Mahón Curado combina a la perfección con vinos blancos secos mientras que los Quesos de Mahón viejos o añejos encajan muy bien con vinos tintos de crianza, vinos dulces tipo moscatel o con cervezas negras.
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Consumo y Conservación: Os proponemos servir el Queso Mahón formando parte de una exquisita tabla de quesos o siguiendo la tradición menorquina: en lonchas aderezado con aceite de oliva, sal y estragón fresco. Si optáis por crear vuestra propia tabla vamos a recomendaros una compuesta por 5 variedades de quesos: Queso de cabra zamorano, La Setera, Queso Semicurado de Mahón (vaca), Queso de oveja Manchego y los quesos Afuegal Pitu y Taramundi (vaca) de Asturias. Este último lleva incorporadas nueces y avellanas.
En lo que se refiere la conservación déjanos ayudarte con dos sencillos consejos que sin duda van a ayudarte a conseguir que tu experiencia con el Queso Mahón sea plenamente satisfactoria.
- Lo ideal sería conservar el quesos a una temperatura y humedad constantes. Esto solo es posible en las cuevas de maduración. Puedes ponerlo en la parte menos fría del frigorífico envuelto en un film retractil o en un paño húmedo para evitar que se seque demasiado.
- La temperatura óptima de consumo es de 18 a 20ºC, Por ello se recomienda sacarlo con antelación del frigorífico para su óptima degustación.
Materia Grasa: Entre 40% y 45%
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Queso Mahón. Proceso de Elaboración
Si queréis aprender un poco más sobre el proceso de elaboración de este queso aquí os dejamos este vídeo de apenas tres minutos de duración. Estamos seguros de que os gustará.
Para Gente Curiosa…
En la isla, el queso siempre ha sido uno de los productos más emblemáticos y su producción sigue una larga tradición que hunde sus raíces en la noche de los tiempos. Los arqueólogos han encontrado piezas de cerámica datadas en el año 3.000 a.c. que podrían haber sido utilizadas para la elaboración del queso. Los historiadores mencionan escritos árabes del año 1.000 y archivos de la Corona de Aragón (siglos XV y XVI) donde aparece reflejada la importancia de la ganadería menorquina y del queso de Mahón. En el siglo XVIII, durante la dominación inglesa, encontramos registrados varios dedicados exclusivamente al comercio de queso de Mahón a Génova y otros lugares del Mediterráneo.
Quesitos el Caserío
En Mahón tuvieron su origen, allá por los años 30, los inolvidables Quesitos el Caserío. Quién no recuerda su pegadizo eslogan: “Del Caserío me fío”. Aquellas porciones de queso fundido triangulares cuidadosamente envueltas en papel de aluminio y perfectamente encajadas a modo de puzle en una caja redonda de 8 unidades fueros un icono de nuestra infancia. Recuerdo muchos bocadillos y muchas meriendas con ellos y también de desprender la etiqueta dejándola pegada después en cualquier sitio. Si queréis saber más sobre la historia de los quesitos pinchar en este artículo del blog Mercado Calabajio.