Queso de Oveja

Mejor queso de oveja: Remiro, de Quesería Ricardo Remiro (Eulate, Navarra)

Se trata de una quesería familiar que elabora queso con leche de oveja latxa de su propio rebaño.  El queso Remiro se integra en la Denominación de Origen Protegida Idiazábal. Ricardo Remiro y Cristina Ruiz de Larramendi han heredado una tradición pastora y quesera que se remonta hasta sus abuelos y en la que utilizan métodos tradicionales como el cuajo natural o el oreo al aire libre de la sierra para obtener un queso de textura cremosa. Su trabajo ha sido reconocido con multitud de premios internacionales, entre los que destaca la medalla de oro del concurso de quesos World Cheese Awards. Premios Alimentaria 2018

Que diferencia hay entre un queso de oveja y un queso de cabra

Los quesos de cabra son de naturaleza ácida, esto es debido a los ácidos grasos que contiene la leche de cabra, caproico, caprílico y cáprico.

Debido a su alto valor proteico, este tipo de queso es bueno para el riñón y se recomienda a aquellas personas que padecen insuficiencia renal crónica por su bajo contenido en potasio.

Además suelen ser más cremosos y blandos, aunque su sabor es fuerte, al igual que su olor, debido a que desprenden el aroma típico de cabra.

Si hablamos de quesos elaborados con leche de oveja, éstos tienen un olor característico y una textura fina y suave. Su pasta compactada y consistente hacen más intenso el sabor del queso.

Son más grasos comparados con el resto, y tienen mayor contenido en vitamina, ya que la leche de oveja es muy nutritiva, nos aporta energía y proteínas fundamentales para mantener los músculos.

Los ácidos grasos del queso de oveja son esenciales para el crecimiento y beneficiosos para el sistema cardiovascular inmunológico y nervioso.

Contiene vitamina A, B y E y calcio en grandes cantidades, lo que ayuda a los huesos y a los dientes.

Este alto valor nutricional favorece a nuestro organismo, ya que tiene los suficientes aminoácidos para que el organismo funcione perfectamente, es más digestivo debido a su menor contenido en lactosa. Dos tipos que aportan a nuestro organismo diferentes valores nutricionales.

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